Muchas veces cuando comenzamos a preparar nuestros proyectos nos surge una duda, ¿Cuales son las reglas del juego? Claro está que la imaginación sin limites tiene que adaptarse irremediablemente a una serie de condiciones dictadas por normativas, reglamentos técnicos, legislación vigente, etc... que acota las posibilidades de desarrollo de nuestras ideas, pero en cierta manera tenemos que agradecer que existan unas líneas básicas de trabajo que exijan unos mínimos.
A lo largo de los años de mi vida profesional según me introducía en los procesos de fabricación, y podíamos así decir que en los primeros pasos hacia un sistema de calidad, encontraba que las cosas se hacían de una determinada manera que obedecía siempre a una "norma". Para mi aquel mundo era desconocido y difícilmente podía asimilar que quería decir aquello de "la norma" si no había tenido en la mano ninguna, pero mi inquietud me llevó a ver un registro de libros de autocontrol en fábrica para Unidades de Vidrio Aislante, que en mi caso era el Climalit. Curiosamente en un margen del documento pude apreciar el texto UNE-EN 1279. Y ahí comenzó la aventura... Primero averiguar que quería decir aquellas siglas que precedían a un número y que siempre yo veía en las placas de un ascensor, en la leyenda de un extintor, en las instrucciones de un electrodoméstico, etc... y en definitiva todos aquellos elementos fabricados que nos rodean. Fue entonces cuando empecé a comprender cual era el alcance y la importancia de las normas.
A grandes rasgos os comentare que UNE (Una Norma Española) son normas dictadas por Comités Técnicos de Normalización(CTN), y concretamente esa función la desarrolla una entidad por todos conocida, AENOR. Esas normas que han sido adaptadas e integradas al sistema español y que provienen de un sistema europeo, además acogen las siglas EN (Norma Europea) y si además esa norma es internacional ya estamos hablando de ISO (International Standaritation Organization). Ahora bien, y todo esto ¿para que sirve?, pues bien voy a pronunciarme solo en tres ventajas fundamentales para no alargar el post pero que insisto, son muchisimas mas:
- Fomenta la competitividad de las empresas ya que las normas suelen estar orientadas a una mejora y aseguramiento de la calidad. Eso supone que cualquier producto fabricado se hace cumpliendo unos requisitos mínimos, por lo que los procesos se controlan, se ensayan productos cuando se precisen probetas, etc... Solo tenemos que imaginar qué ocurriría si los mercados estuvieran abiertos a la fabricación libre y sin normativas, y nos compráramos un vehículo en el que los costes dictaran la manera de fabricar ¿nos entreveríamos a montar en un coche que nos enviaran perfectamente embalado de China sin saber si está homologado?.
- El consumidor final tiene una protección fundamental porque está accediendo a productos que si han estado normalizados, tienen supuestamente una garantía y además accede a un mercado que filtra en cierta manera cualquier fraude. Es muy importante saber que muchas normas nacen por motivos de seguridad, y este motivo debería ser suficiente para que todos exigiéramos el cumplimiento de las mismas.
- Los mercados son mucho mas transparentes. La globalización hace que las plazas donde convergen los productos son internacionales, internet y las tecnologías hacen posible que lleguemos al mismo cliente dos competidores desde dos puntos del planeta, pero si los dos tenemos las mismas reglas de juego, nuestro valor añadido es lo que marcará la diferencia. A nivel local, a todos nos ha pasado que cuando solicitamos dos o tres presupuestos acerca de un mismo articulo, siempre, cuando vemos una diferencia importante de precio, nos preguntamos ¿pero se tratará del mismo producto?.
En mi caso, comenzamos por conseguir un certificado AENOR de producto. Vimos que la exigencia de los reglamentos afectaba a casi todos los ámbitos de la empresa, y que únicamente se diferenciaba en dos procedimientos de un sistema de gestión de calidad integral, por lo que posteriormente nos certificamos como ER (Empresa Registrada) de AENOR y os puedo asegurar que descubrimos muchas manchas en nuestros procesos que nos ayudo a mejorar el funcionamiento.
Concluyendo, las normas serán las instrucciones de cómo debemos trabajar, las guias básicas de los procesos de fabricación y los mínimos exigibles por los consumidores, por lo que el cumplimiento de las mismas, los trabajos de los comités para mejorarlas, siempre irán encaminadas a que todos accedamos a productos de muchisima mayor calidad.
En el próximo post expondré de una forma esquemática cuales son las normas que afectan a los vidrios para la edificación así como algunos complementos relacionados. Como siempre quedo abierto a sugerencias y debates acerca de aquellas inquietudes que tengáis.
Muchas gracias por vuestra lectura.
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